Page 609 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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tenía nada que ver con los juegos habituales, con las

            bromas,  con  la  peligrosa  locuacidad.  Aquello  era

            mucho más ominoso.


                Y, por fin, horas después de su llegada, oyó un ruido.



                Motley  estaba  en  la  habitación,  flanqueado  por  su


            teniente  cacto  y  un  par  de  enormes  gladiadores

            rehechos.  Lin  no  sabía  cómo  habían  entrado.  Hacía


            unos segundos estaba sola.

                Se incorporó y aguardó. Tenía los puños apretados.

                —Señorita Lin, gracias por venir —dijo Motley desde


            una cancerosa agrupación de bocas.

                Ella aguardó.


                —Señorita Lin, anteayer tuve una conversación de lo

            más interesante con Lucky Gazid. Sospecho que hace

            un  tiempo  que  no  lo  ve.  Ha  estado  trabajando  de


            incógnito para mí. En cualquier caso, como sin duda

            sabrá, en estos momentos existe una carestía de mierda

            onírica en la ciudad. Los desvalijamientos aumentan.


            El  contrabando  también.  La  gente  está  desesperada.

            Los  precios  han  enloquecido.  Simplemente  no  hay

            droga bastante para abastecer la ciudad. Lo que esto


            representa para el señor Gazid, para quien la mierda

            onírica es en estos momentos su sustancia predilecta,


            es de imaginar. Ya no puede permitirse su mercancía,

            ni siquiera con el descuento de empleado. Pues bien, el




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