Page 613 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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vestía de forma incongruente con un largo abrigo y un
sombrero oscuro.
Aguardaron quietos durante mucho tiempo. Una
clase terminó, y después otra. Los hombres vieron dos
ciclos de estudiantes llegar y marchar. En ocasiones, el
uno o el otro se frotaba los ojos y estiraba un tanto la
cara. Siempre regresaba a su atención casual hacia la
entrada principal.
El fin, cuando las sombras de la tarde comenzaban a
alargarse, apareció su objetivo. Montague Vermishank
salió del edificio y olfateó el aire con cautela, como si
supiera que debía disfrutarlo. Comenzó a quitarse la
chaqueta y se detuvo para rodearse con ella. Salió en
dirección a Prado del Señor.
Los hombres bajo el árbol abandonaron la protección
de sus hojas y partieron tras su presa.
Era un día atareado. Vermishank se dirigió hacia el
norte, buscando un taxi. Tomó la Vía Tinca, la avenida
más bohemia de Prado del Señor, donde los
académicos progresivos celebraban su corte en cafés y
librerías. Los edificios de la zona eran viejos y bien
conservados, sus fachadas limpias y recién pintadas.
Vermishank las ignoró. Había recorrido aquella senda
durante años y era ajeno a su entorno, así como a sus
perseguidores.
Un taxi de cuatro ruedas apareció entre la multitud,
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