Page 644 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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las escaleras a toda prisa y se detuvo de nuevo al llegar

            arriba.  Su  expresión  era  de  confusa  y  desdichada

            incredulidad.


                Tras            unos            segundos,                 Yagharek                 subió

            silenciosamente tras él. Se situó a su lado y se echó atrás

            la capucha.


                —Grimnebulin —susurró tan bajo como le permitía

            su garganta de pájaro—. Estás pensando en tu amigo


            David.

                Isaac se giró con violencia.

                —Ese cabrón no es amigo mío.


                —Pero lo fue. Piensas en la traición.

                Isaac  guardó  silencio  unos  instantes.  Después,


            asintió. Regresó la mirada de asombro horrorizado.

                —Yo  conozco  la  traición,  Grimnebulin,  silbó

            Yagharek—. La conozco bien. Lo... lo siento.


                Isaac  se  apartó  y,  caminando  bruscamente  por  su

            laboratorio, comenzó a meter trozos de tubo, cerámica

            y vidrio, aparentemente al azar, en una gran mochila


            de  lona.  Después  la  ató,  pesada  y  tintineante,  a  su

            espalda.

                — ¿Cuándo fuiste traicionado, Yag? —exigió.


                —No. Yo fui el traidor. —Isaac se detuvo y se giró

            hacia él—. Sé lo que ha hecho David. Y lo siento.


                Isaac lo observó perplejo, triste, incapaz de aceptarlo.

                La milicia atacó. Solo eran las siete y veinte.




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