Page 648 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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cuerpos.
Derkhan había llegado junto a la mesa y se protegía
tras Lemuel. Isaac se giró para coger más municiones.
En un momento de silencio, la periodista se incorporó
rápidamente sobre una rodilla y miró por encima de la
mesa, apuntando su gran pistola.
Apretó el gatillo. En el mismo instante, uno de los
oficiales, dejó volar su aguijón.
Derkhan era una buena tiradora. Su proyectil voló
hacia el ventanuco de uno de los escudos de la milicia,
al que consideró su punto débil. Pero había
subestimado las defensas de los soldados. La
portezuela se agrietó de forma violenta y espectacular
y se cubrió por completo de astillas, polvo de vidrio y
grietas, pero disponía de una estructura interna de
alambre de cobre, y resistió. El soldado trastabilló antes
de recuperar su posición.
El oficial del aguijón se movía como un experto.
Volteó los dos brazos al mismo tiempo con grandes
curvas, activó los pequeños interruptores de los
mangos de madera que permitían a los cables
deslizarse a su través y se liberó. La inercia de las hojas
giratorias las arrojó por el aire en un destello gris
metálico.
El cable se desenrolló casi sin fricción desde el
interior de la caja y se deslizó a través del aire y los
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