Page 649 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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mangos de madera. El vuelo curvo era absolutamente

            certero.  Los  pesos  afilados  trazaban  un  largo

            movimiento  elíptico  y  reducían  la  curvatura


            rápidamente al tiempo que los cables que los unían al

            aguijón se extendían.

                Los  racimos  de  hojas  de  acero  golpearon


            simultáneamente  los  dos  costados  del  pecho  de

            Derkhan, que gritó y trastabilló, apretando los dientes


            mientras la pistola caía de sus dedos espasmódicos.

                Al instante, el oficial soltó el bloqueo de su aguijón

            para liberar el mecanismo dormido.


                Se  produjo  un  zumbido  balbuciente,  y  el  carrete

            escondido del motor comenzó a desenrollarse girando


            como  una  dinamo  y  generó  oleadas  de  extraña

            corriente. Derkhan danzó convulsa, lanzando agónicos

            alaridos tras los dientes apretados. Pequeñas descargas


            de luz azulada explotaban como restallidos desde su

            pelo y sus dedos.

                El oficial la observaba con atención, manipulando los


            diales de la caja que controlaban la intensidad y forma

            de la energía.

                Se produjo una violenta crepitación y Derkhan voló


            hacia  atrás  contra  la  pared  y  se  desplomó  sobre  el

            suelo.


                El  segundo  oficial  lanzó  sus  bulbos  afilados  por

            encima  del  borde  de  la  mesa,  esperando  capturar  a




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