Page 661 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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su rostro. Un instante después percibió el eco del grito
de Lemuel.
A través de ojos borrosos por la confusión y la
sangre, vio la estancia parpadear a su alrededor
mientras la Tejedora caminaba sobre los planos
interconectados. Apareció junto a todos los soldados
por turno, moviendo uno de sus brazos afilados a
demasiada velocidad como para percibirlo. Al tocar a
cada uno de los hombres, estos gritaban como si un
extraño virus de angustia pareciera restallar por el
taller con la velocidad de un látigo.
La araña se detuvo en el centro de la estancia. Tenía
los codos bloqueados, de modo que los cautivos no
podían moverse. Con los antebrazos dejó caer al suelo
varios cuajos sanguinolentos. Isaac alzó la cabeza y
miró a su alrededor, tratando de ver a través del
intolerable dolor bajo sus sienes. Todos los presentes
gritaban con los dientes apretados, llevándose las
manos a la cabeza, intentando sin éxito detener los
manantiales de sangre con los dedos. Isaac volvió a
bajar la mirada.
La Tejedora estaba esparciendo un puñado de orejas
ensangrentadas sobre el suelo.
Bajo su mano, de movimientos suaves, la sangre se
derramaba sobre el polvo, formando un barro sucio y
resbaladizo. Los trozos de carne recién cortada cayeron
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