Page 854 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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calor despiadados. Vio que el armazón de metal que lo
sostenía disponía de cables de energía que
serpenteaban por el interior de la cúpula y se perdían
de vista.
El jardín de arena sobre la gran pirámide escalonada
estaba cubierta por una compleja maquinaria.
Exactamente bajo la clave de cristal se encontraba un
enorme artefacto con lentes y gruesas tuberías
comunicadas con las tinas que había a su alrededor. Un
cacto con faja de color pulimentaba sus mecanismos de
cobre.
Yagharek recordó los rumores que había oído en
Shankell, historias sobre un motor helioquímico de
inmenso poder taumatúrgico. Observó
cuidadosamente el artefacto reluciente, aunque su
propósito le era desconocido.
Mientras observaba, cobró conciencia del gran
número de pelotones armados presentes. Entrecerró
los ojos. Los observaba como un dios que oteara cada
superficie de la pequeña ciudad cacta bajo la feroz luz
del globo de cristal. Casi alcanzaba a ver todos los
jardines elevados, y le parecía que en al menos la mitad
de ellos había estacionado un grupo de tres o cuatro
cactos. Estaban sentados o de pie, sus expresiones
ilegibles a aquella distancia, pero los enormes y
pesados arcos huecos que portaban eran evidentes. De
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