Page 872 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
P. 872
cúpula se descolgaron de repente y se dejaron caer
hacia el suelo para reírse en el último momento de la
gravedad con un sorprendente planeo curvo.
Ascendieron por los empinados escalones de la
pirámide roja como diablos surgidos de la tierra y se
manifestaron junto a la transfigurada horda cacta.
Uno se acercó con sus zarcillos de carne y los empleó
para enredar la gruesa pierna de uno de los cactos. Sus
brazos delgados, cuajados de garras avariciosas,
mordieron sin respuesta la carne; cada polilla eligió a
una de las víctimas hechizadas.
En tierra, las luces se agitaban confusas. Las patrullas
corrían en círculos, gritándose las unas a las otras,
apuntando sus armas hacia el cielo antes de bajarlas
entre maldiciones. No podían ver casi nada. Lo único
que sabían era que había vagas figuras aladas
revoloteando como hojas en lo alto del templo, y que
los ancianos habían dejado de disparar la lanza solar.
Un grupo de duros y valientes guerreros corrió hacia
la entrada del zigurat y ascendió por las escaleras hacia
sus comandantes. Eran demasiado lentos. Estaban
vendidos. Las polillas se alejaron del edificio,
deslizándose suavemente hacia el cielo con las alas aún
extendidas, volando de algún modo con las alas
inmóviles en una hipnótica vista. Cada polilla
descendía un poco al ser arrastrada su presa por el
872

