Page 901 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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sin entradas ni salidas visibles, sin trampillas ni
puertas.
Contuvo la respiración. En el extremo más lejano,
sentada, al parecer mirándolo directamente, la celosía
de complejos brazos y miembros asesinos moviéndose
con atónito descontrol, las alas medio abiertas en
lánguida amenaza, había una polilla.
Isaac tardó un momento en comprender que no
había gemido. Le llevó algunos segundos más,
contemplando las trémulas cuencas de las antenas de
aquel ser vil, darse cuenta de que no lo había detectado.
La polilla se giró un poco, moviéndose hasta mostrar
tres cuartos de su superficie.
Con absoluto silencio, Isaac exhaló. Giró la cabeza
una fracción de milímetro para abarcar el resto de la
estancia.
Cuando vio sus contenidos, tuvo que luchar con
todas sus fuerzas para no emitir sonido alguno.
Tirados a intervalos regulares por todo el suelo, la
habitación estaba atestada de cuerpos.
Comprendió que aquella era la fuente del
inenarrable hedor. Giró la cabeza y se llevó la mano a
la boca al ver junto a él a un niño cacto
descomponiéndose, separándose la carne putrefacta de
los duros y fibrosos huesos. Un poco más allá estaba la
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