Page 898 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
P. 898
hacia la bóveda, por plantas desiertas que formaban
una madriguera intersticial. Isaac tembló un instante
en la oscuridad. Sudaba por el calor y el miedo; estaba
aterrado. Había visto a las polillas. Las había visto
alimentarse. Sabía lo que podía esperarles en las
profundidades de aquella cuña de cascotes.
Tras un corto tiempo arrastrándose, Isaac sintió un
tirón y una liberación. El tubo había alcanzado toda su
extensión y Yagharek lo había soltado.
No dijo nada. Podía oír a Shadrach a su espalda,
respirando con dificultades, gruñendo. Los dos
hombres no podían alejarse más de metro y medio, ya
que los cables de sus cascos estaban conectados a un
único motor.
Isaac alzó la cabeza y miró a su alrededor, buscando
desesperado una luz.
Los constructos simiescos seguían avanzando. Cada
pocos momentos, uno encendía un instante los focos de
sus ojos y, por una fracción de segundo, Isaac podía
distinguir la siniestra gruta de añicos y el metal
reluciente del cuerpo de los constructos. Entonces las
luces se apagaban e Isaac trataba de seguir la imagen
fantasmal que se difuminaba lentamente ante sus ojos.
En la oscuridad absoluta era fácil sentir hasta el más
leve brillo. Isaac supo que se dirigían hacia una fuente
de luz cuando alzó la mirada y vio la silueta gris del
898

