Page 136 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
sacudida le hundió cinco centímetros en la
espuma. Pirssa habló por la radio del traje:
—¿Puedo ahora considerarme libre de tus
órdenes?
Corbell sufrió una rápida pesadilla,
vividamente imaginada en todo detalle.
—¡Antes disuelve la espuma! —gritó.
Pero Pirssa ya no estaba bajo su mando. Pirssa
se vengaría de alguien a quien el Estado
consideraba criminal y sumamente ingrato. La
espuma no se disolvería. Y Corbell moriría allí,
como una mosca atrapada, a pocos metros de la
libertad.
Sintió una sacudida. Luego otra. Pronto la
pesadilla llegó a su fin. Se hundió en la espuma
disuelta, ciego, hasta encontrar algo sólido. La
espuma corría por la mirilla frontal; entonces
vio que la escotilla de inspección estaba
totalmente abierta.
Se dirigió a la abertura y miró hacia fuera bajo
sus pies.
Pirssa había depositado el gran cilindro sobre
uno de sus lados, sostenido por los eyectores de
posición. El Sol, muy alto, era con todo un Sol
crepuscular, rojo e hinchado. La tierra se
extendía hasta una extensión de agudas colinas
de granito. Estaba marchita: todo era pardo y
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