Page 291 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven                                                        Un mundo fuera del tiempo


               a  los  edificios  y  después  se  daban  prisa  para


               reunirse con el grupo.



                  No,  no  eran  salvajes.  Llevaban  una  arbitraria


               variedad de armas blancas, entre las cuales no


               había dos similares: cimitarras, machetes, sables


               y  otras  sin  nombre,  todas  con  empuñaduras


               pulcramente  talladas.  Habían  preparado  el


               tasajo  tal  como  lo  habría  hecho  el  mismo


               Corbell.  La  tela  que  utilizaban  era  un  material



               indestructible,  tan  delgado  como  seda  fina.  La


               linterna‐encendedor  de  Krayhayft  proyectaba


               un rayo de luz de intensidad variable, de forma


               cónica,  no  más  grueso  que  un  lápiz.  No,


               tampoco  estaban  organizados.  ¡Pero  habían


               levantado  el  campamento  en  cuestión  de


               minutos!


                  Avanzaban  a  grandes  pasos  por  entre  las


               calles silenciosas. Las prolongaciones de la selva



               iban creciendo en torno a ellos hasta convertirse


               en selva propiamente dicha. Pasaron junto a un


               tronco  de  árbol  que  Corbell  reconoció


               súbitamente  como  una  columna  metálica


               envuelta en enredaderas. Levantó la vista para


               ver si se juntaba arriba con otros elementos, en


               disposición  hexagonal:  sí,  era  parte  de  la  vieja



               cúpula.





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