Page 289 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
reemplazar su espada‐escalpelo. Aún no sabía
cuál era su lugar entre ellos. Temía lo peor: eran
demasiado inteligentes; indudablemente le
considerarían como un ser inferior, una especie
de animal.
Le hacían falta. No sólo por la compañía, sino
que no era capaz de viajar sin peligros mientras
no supiera algo sobre aquel nuevo continente.
El muchacho seguía cantando sus versos, ante
la risa muda de sus compañeros. Corbell dijo:
—Tarde o temprano me quedaré sin canciones
nuevas. Creo que temprano.
—Da lo mismo —dijo Skatholtz, encogiéndose
de hombros—. Nos marcharemos de aquí en
cuanto vuelva la luz. Vamos a otras… ¿tribus?
A decirles que Sarash‐Zillish está lista para la
noche larga. Tú vienes con nosotros.
—¿Noche? ¿Es la noche lo que viene?
Eso significaba que él había aterrizado en
otoño.
—Sí. ¡Entonces tú viniste del espacio, sin
prepararte! Eso pensaba. Sí, el día largo ha
terminado; estamos en los días y noches cortos
y se aproxima la noche larga. Durante la noche
larga vivimos en la ciudad. Los cazadores van a
los bosques de alrededor y guardamos la
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