Page 1010 - Kraken - China Mieville
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pistolas en esa habitación.
—Oh, Dios mío —logró articular Billy, y la
tinta de Grisamentum escribió «No» en su
consciencia. Ni siquiera Dios: él era las propias
reglas que Dios escribía. Los pistogranjeros dieron
un traspié. Byrne se estaba riendo, elevándose por
el aire, arrastrada por el jefe al que amaba.
Billy sintió que se instalaba algo muy
desesperado y peligroso, el cierre de algo abierto a
través de todo, a medida que la historia empezaba
a doblarse por voluntad de otro. Sintió que algo se
preparaba para reescribir el cielo.
La tinta se juntó, formando una esfera que
planeaba sobre el tanque. Algunos hilos de tinta
tomaban forma de palabras y cambiaban cosas.
Escritas en el aire.
El kraken miró a Billy con la carencia de sus
ojos. Se movía. Sufría espasmos. Sin miedo,
miraba, sin dolor. Conteniéndolo. Conteniéndolo.
¿Dónde estaba su ángel? ¿Su héroe del frasco de
cristal?
Esto es un fiasco. Casi podía haber estallado en
una carcajada ante tan extraña formulación. Era la
catástrofe, el desastre, la, la palabra, perseveraba
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