Page 24 - Kraken - China Mieville
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degradar el momento en que emergió con el relato
de cómo sucedió en realidad.
El calamar fijaría su mirada de cuencas vacías,
de un palmo de ancho, y Billy respondería a
preguntas que ya le sonaban: «Se llama Archie».
«De Architeuthis. ¿Lo pilláis?» «Sí, aunque
pensamos que es una chica».
Cuando lo trajeron, envuelto en hielo y una tela
conservante, Billy había ayudado a desenvolverlo.
Fue él quien masajeó la carne muerta, amasando el
tejido para ver hasta dónde habían llegado los
líquidos. Había estado tan absorto en la tarea que
fue como si, de alguna manera, no hubiera llegado
de ser del todo consciente. No fue hasta que todo
había pasado, y estaba ya metido en el tanque,
cuando cayó en la cuenta, y pudo calibrar el
verdadero alcance de todo aquello. Había
observado cómo la refracción lo hacía cambiar de
postura, según se acercara o se alejara del animal,
un movimiento inmóvil mágico.
No era un espécimen tipo, una de esas esencias
platónicas que lo definen todo a su imagen. Con
todo, el calamar estaba completo, y nunca sería
desmembrado.
Al final, otros especímenes que había en la sala
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