Page 959 - Kraken - China Mieville
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otra parte de la ciudad, un agujero de forma
monstruosa. Se movían por entre materia urbana,
de la que cabe en la palma de la mano y/o de la
inmensa. Sus pasos reproducían el ladrido de los
perros y el ruido de frenazos de coches. Uno echó
hacia atrás la analogía de su cabeza y profirió un
grito de guerra que era la llamada del motor medio
ahogado de un autobús.
Abrió de un golpe las puertas del recinto. Los
londromantes más valientes entraron corriendo.
Blandían armas, o aguijones con los que dirigir sus
gigantescas descargas celulares. Había
movimiento detrás de las ventanas de la fábrica.
Surgidos de las puertas laterales y de detrás de
contenedores de basura, llegaron los
pistogranjeros, murmurando oraciones de
fertilidad al tiempo que disparaban. Una forma
canina de papel desechado saltó desde una
ventana. Durante unos segundos Billy creyó que lo
soplaban los arreadores de monstruos, pero no
había nadie insuflándole ráfagas. Cada pedazo de
papel que formaba aquella totalidad lobuna estaba
manchado de tinta.
—Dios mío —dijo Billy—. Dane. Es él. Está en
todos.
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