Page 608 - Herederos del tiempo - Adrian Tchaikovsky
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Su pueblo nunca encontró ni oyó de alienígenas.
Si los había, sus señales fueron pasadas por alto,
ignoradas: ningún humano pudo verlas y
reconocerlas como evidencia de vida en otro
lugar. La facción de Kern y su ideología ya sabían
esto, y esa era la razón por la que pretendían
extender la vida terrestre por toda la galaxia de
las formas más variadas posibles. Puesto que era
la única vida con la que contaban, tenían la
responsabilidad de ayudarla a sobrevivir.
Kern ha vivido varias vidas junto al pueblo del
planeta verde. Junto con su hueste de sistemas
adjuntos, se han entusiasmado con sus triunfos,
conmovido por sus derrotas, y han buscado
completar lo que siempre fue un conocimiento
perturbador e incompleto. Sí, ahora las ve. Ve lo
que son.
Son la Tierra. Su forma no importa.
Son sus hijas.
Kern recupera siglos de registros de
conversaciones que abarrotan sus recuerdos
electrónicos, y que han sobreescrito todos los
últimos cánticos desesperados radiados por la
vieja Tierra. Revisa todo el desconcertante
misterio de los diálogos con los monos, vistos
ahora bajo una nueva luz, áspera y sin
concesiones. Deja de intentar decirles qué hacer,
y comienza a escuchar.
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