Page 628 - Herederos del tiempo - Adrian Tchaikovsky
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—Cállate y espera, ¿quieres? —Lain se detuvo, y


              Holsten  pudo  ver  que  estaba  recuperando  el


              aliento,  pero  disimuladamente—.  Lo  verás

              enseguida.



              De hecho, Holsten no  lo  vio  cuando  Lain se  lo


              enseñó.  Ante  él  se  encontraba  uno  de  los


              laboratorios, y allí, ocupando buena parte de una

              pared,  estaba  la  cámara  de  muestras:  una  gran


              estantería  con  pequeños  recipientes,  cientos  de


              pequeñas                muestras                orgánicas               congeladas.


              Holsten  miró  y  volvió  a  mirar,  y  sacudió  la

              cabeza.  Y  entonces,  justo  cuando  Lain  iba  a


              tomarla  con  su  falta  de  percepción,  de  repente


              sumó dos y dos y dijo:



              —Embriones.


              —Sí,  viejo.  El  futuro.  Toda  la  nueva  vida  que


              nuestra  especie  no  pudo  evitar  producir,  pero


              que no teníamos espacio para criar y educar. Tan


              pronto  como  alguna  muchacha  con  exceso  de

              entusiasmo decide que quiere una familia que yo,


              en mi sabiduría, considero que no nos podemos


              permitir,  se  lo  sacamos  mediante  cirugía  y

              termina aquí. Es un mundo duro, ¿a que sí?



              —¿Vivos?



              —Claro que están vivos —repuso Lain—. Porque


              ahora  mismo  todavía  espero  que  la  especie

              humana tenga un futuro, y francamente, desde


              una  perspectiva  histórica  andamos  todavía







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