Page 633 - Herederos del tiempo - Adrian Tchaikovsky
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Había quienes habían mantenido la creencia de
que acercarse más al sol significaría sentir su
calor sin restricciones. Esta idea ha sido
rotundamente desacreditada. Allí arriba el aire
frío chupa el calor de sus cuerpos como un
vampiro ciego. Y, a pesar de esto, Portia se habría
sumado a sus camaradas, habría trabajado rodilla
con rodilla con ellas y las habría apoyado
mientras todas se apoyan a su vez en el dirigible.
La otra razón por la que desea trabajar es para
dejar de pensar en lo que sucede bajo ellas… o
sobre ellas, dependiendo de la perspectiva. El
súbito silencio de la Mensajera las ha afectado a
todas. La lógica dicta que su misión solo tiene
una relación periférica, pues en ambas cosas está
implicada la errática brillantez de Bianca, pero,
de la misma forma que los humanos, las arañas
encuentran rápidamente pautas y conexiones
para extraer un significado infundado de las
coincidencias. La tripulación ha estado atenazada
por una curiosa ansiedad, por mucho que los días
de gloria del templo hayan pasado. Estar tan
cerca del misterio esencial de la Mensajera, y tan
aisladas de todo lo que conocen, provoca
extraños pensamientos.
Finalmente Viola se siente segura de que el Nido
del Cielo vuela de forma estable en el aire tenue,
y se pone en contacto con las emisoras de radio
en tierra. Las corrientes de aire, que han sido
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