Page 728 - Herederos del tiempo - Adrian Tchaikovsky
P. 728

de empezar a hacer pedazos el ecosistema de este otro


              mundo.



              Nadie  le  estaba  prestando  atención,  sobre  todo


              porque  no  estaba  expresando  ninguno  de  los

              pensamientos que le cruzaban por la cabeza, así


              que  encontró  una  consola  que  parecía


              medianamente operativa y entró en el sistema de

              comunicaciones.



              Como  esperaba,  había  una  gran  cantidad  de


              actividad  de  radio  de  amplia  frecuencia


              proveniente  del  planeta.  La  destrucción  del

              Hábitat Centinela suponía que nada les llegaba


              con  tanta  claridad;  posiblemente,  al  final  había


              sido meramente un poderoso transmisor para el


              planeta.  Pero  el  propio  mundo  verde  estaba

              repleto de mensajes urgentes e incomprensibles.



              Quiso  que  se  le  ocurriese  entonces  algo


              maravilloso: un mensaje perfecto que de alguna


              manera  conduciría  a  la  comprensión,  abriría  el

              diálogo, daría opciones a todo el mundo. Pero la


              cruel  aritmética  de  los  prisioneros  de  Vitas  lo


              encadenaba. No podemos confiar en ellos. Ellos no

              pueden confiar en nosotros. El único resultado lógico


              es  intentar  destruirnos  mutuamente.  Pensó  en  los


              sueños humanos, tanto del Viejo Imperio como

              actuales,  de  entrar  en  contacto  con  una


              inteligencia extraterrestre tal como nadie hubiese


              encontrado jamás. ¿Por qué? ¿Para qué quemamos

              eso?  Nunca  seríamos  capaces  de  comunicarnos,  e






                                                                                                       727
   723   724   725   726   727   728   729   730   731   732   733