Page 270 - El hombre ilustrado - Ray Bradbury
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molestias para encontrarlos, capturarlos y
devolverlos al futuro. Al fin consiguen llevarlos a la
habitación de un hotel, donde nadie puede verlos.
Estrategia. Los policías actúan solos, o en grupos de
ocho. De ese modo no podrán fracasar. ¿No cree
usted que sería una magnífica película, Susan? ¿No
lo cree usted, Bill?
El director vació la copa.
Susan, inmóvil, miraba el vacío.
—¿Un poco de champaña? —dijo el señor Melton.
William sacó su revólver e hizo fuego, tres veces.
Uno de los hombres cayó al piso. Los otros
corrieron. Susan gritó. Una mano le cerró la boca. El
revólver estaba ahora en el suelo, y William
forcejeaba tratando de librarse de los brazos de los
hombres.
—Por favor —dijo el señor Melton sin moverse. La
sangre le corría por los dedos—. No empeoremos
las cosas.
Alguien golpeó la puerta.
—¡Déjenme entrar!
—El gerente —dijo el señor Melton con sequedad.
Señaló con la cabeza—. Vamos, rápido.
—¡Déjenme entrar! ¡Llamaré a la policía!
Susan y William volvieron los ojos hacia la puerta
mirándose rápidamente.
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