Page 235 - Arcana Mundi - Elizabeth Bear
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         significaba.



                De  Sanderson  dijeron  incluso  menos,  pero  Irizarry

         también lo entendió. No había ningún afecto entre los cultos


         extremistas  y  el  gobierno.  Pero  había  oído  hablar  a  los

         mineros de hielo y a los trabajadores de los muelles y en

         especial a la tripulación de una nave de acero confiscada y

         todos  se  habían  mostrado  de  lo  más  elocuentes  y  soeces.


         Conclusión: la coronel Sanderson era nueva en la ciudad,

         estaba  haciendo  limpieza  y  no  era  ni  mucho  menos  una

         mujer a quien te interesara tocar los cojones.



                —No tendría problema en ir a su despacho en una hora,

         o dos —dijo él—. Es solo que…




                Mangosta  se  agarró  a  su  cabeza  con  más  fuerza,  tan

         fuerte y tan de improviso que le hizo soltar un aullido. Se

         dio  cuenta  de  que  la  cabeza  de  Mangosta  había  ido

         volviendo hacia el conducto de ventilación mientras él se


         defendía con débiles evasivas de la coronel Sanderson y que

         ahora la tenía metida casi dentro del conducto, al final de

         unos cuarenta y cinco centímetros de cuello iridiscente.



                —¿Señor Irizarry?



                Él levantó una mano, porque de verdad que este no era


         un buen momento, pero volvió a aullar cuando Mangosta se
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