Page 237 - Arcana Mundi - Elizabeth Bear
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agresividad, pero eso es miedo ¿no?
Sea lo que fuere que iba a decir Irizarry, las
observaciones de Sanderson le quitaron las palabras de la
boca de un plumazo. La miró con desconcierto (como un
branquiado, pensó poco caritativamente) y solo se dio
cuenta de que había dado otro paso atrás cuando el calor del
mamparo le hizo notar que tenía el mono de trabajo pegado
a la espalda.
—¿Sabe? —dijo Sanderson en una parodia de
confidencia—, todo el pasillo apesta a limazones. Así que
déjeme adivinarlo: ya no son solo limazones.
Irizarry estaba aún desconcertado por la capacidad de
aquella mujer para leer los colores de Mangosta.
—¿Qué sabe sobre los cheshire?
Ella le sonrió como si él fuera un estudiante lento.
—Bastante. Estuve en la Jenny Lind como alférez, había
un cheshire a bordo y vi… No es el tipo de cosas que se
olvidan, señor Irizarry, una vez las has presenciado. —Algo
enigmático cruzó su rostro como un relámpago y después se
marchó.
—El cheshire que murió en la Jenny Lid se llamaba

