Page 164 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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para  extraer  la  información.  Por  supuesto,  está


              encriptada.





                 El Doctor X sonrió por primera vez en todo el


                 día.





                 El  Doctor  X  era  el  hombre  ideal  para  aquel


              trabajo  precisamente  por  su  mala  reputación.


              Hacía  ingeniería  inversa.  Coleccionaba  bichos


              como  un  loco  coleccionista  de  mariposas


              Victoriano. Los desmontaba átomo a átomo para


              ver  cómo  funcionaban,  y  cuando  encontraba


              alguna innovación inteligente, la añadía a su base


              de datos. Como la mayoría de esas innovaciones


              era el resultado de la selección natural, el Doctor X


              era usualmente el primer ser humano que las co‐


              nocía.








                 Hackworth era un inventor, el Doctor X era un


              estudioso.  La  distinción  era  al  menos  tan  vieja


              como el ordenador digital. Los inventores creaban


              la  nueva  tecnología  y  luego  saltaban  al  siguiente


              proyecto, habiendo explorado sólo lo básico de su


              potencial. Los estudiosos eran menos respetados


              porque  parecían  quedarse  atrapados  tecnoló‐


              gicamente,  jugando  con  sistemas que  ya  no  eran


              avanzados, sacándoles todo el jugo, obligándoles a




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