Page 305 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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—No  es  nada  despreciable  —dijo  PhyrePhox,


              sonriendo alegre—. Son la semilla de una rebelión


              dinástica, tío.





                 —He visto el material que transmitió al mundo


              exterior  sobre  el  tema  —dijo  el  juez  Fang—,  y


              sacaré mis propias conclusiones. Las posibilidades


              de los Puños no son la cuestión.





                  PhyrePhox  no  estaba  convencido  del  todo;


              levantó la cabeza y abrió la boca para explicarle al


              juez Fang lo equivocado que estaba, luego lo pensó


              mejor, agitó la cabeza con pesar, y asintió.





                 —Hace dos días —siguió el juez Fang—, volvió a


              Shanghai  en  un  barco  fluvial  muy  sobrecargado


              con  varias  docenas  de  pasajeros,  la  mayoría


              campesinos que huían del hambre y las luchas del


              interior —ahora leía de un informe del capitán de


              puerto de Shanghai que detallaba la inspección del


              barco en cuestión—. Quiero destacar que varios de


              los pasajeros eran mujeres que llevaban niñas con


              menos de tres meses de edad. Se registró la nave en


              busca de contrabando y se la admitió en el puerto.


              —El  juez  Fang  no  necesitaba  señalar  que  eso  no


              significaba  prácticamente  nada;  esos  inspectores


              eran famosos por su inobservancia, especialmente


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