Page 308 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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—Señor PhyrePhox, antes de empezar a
torturarle, deje que le diga lo que opino —dijo el
juez Fang, acercándose al prisionero para poder
mirarle a los ojos—. Hemos examinado a esos
bebés. Parece que se les trataba bien; nada de
malnutrición o signos de abusos. ¿Por qué,
entonces, me tomo tanto interés en este caso?
»La respuesta en realidad no tiene nada que ver
con mis obligaciones como magistrado del distrito.
Ni siquiera está estrictamente relacionada con la
filosofía confuciana. Es una cuestión racial, señor
PhyrePhox. Que un europeo esté sacando de
contrabando niños Han a los Territorios Cedidos,
y de ahí, debo suponer, al mundo exterior, dispara
profundas emociones primarias, podríamos decir,
dentro de nú y muchos otros chinos.
«Durante la Rebelión de los Bóxers, se extendió
el rumor de que los orfanatos de los misioneros
europeos eran en realidad sitios donde los doctores
blancos sacaban los ojos de las cabezas de los bebés
Han para fabricar medicinas para consumo en
Europa. Que muchos Han creyesen ese rumor
explica la extrema violencia que sufrieron los eu‐
ropeos durante esa rebelión. Pero refleja también
una desagradable predisposición para el odio y el
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