Page 63 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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nuevo,  lo  que  significaba  que  Bud  tendría  que


              traerle  más  regalos  cuando  la  visitase.  ¡Las


              presiones de la paternidad!





                 Un día Bud se centró, por sus ropas elegantes, en


              una  familia  particularmente  bien  vestida.  El


              hombre vestía un traje de negocios y la mujer un


              bonito vestido limpio, y llevaban a un bebé todo


              vestido  con  lazos,  y  habían  contratado  a  un


              porteador  para  ayudarles  con  el  equipaje  en  el


              camino desde el Aeródromo. El porteador era un


              tipo blanco que a Bud le recordó vagamente a sí


              mismo, y se enfadó al verlo actuar como un animal


              de carga para negros. Por lo que tan pronto como


              aquella gente se alejó del bullicio del Aeródromo


              hacia un vecindario más solitario, Bud se aproximó


              a ellos, moviéndose como había practicado frente


              al espejo, poniéndose de vez en cuando las Miras


              en la punta de la nariz con el dedo índice.





                 El tipo con el traje era diferente a todos los demás.


              No intentó actuar como si no hubiese visto a Bud,


              no intentó escabullirse, no se acobardó o perdió el


              tipo,  se  limitó  a  permanecer  de  pie,  con  los  pies


              plantados en el suelo, y dijo con amabilidad:





                 —Sí, señor, ¿puedo ayudarle?





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