Page 102 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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—Esto  es  el  centro  nervioso  del  mundo  —dijo

              Hawkes—. Si se hacen correctamente las preguntas,

              se  puede  saber  dónde  se  halla  en  cualquier


              momento una persona, esté en la parte del mundo

              que esté.

                   —¿Cómo se puede hacer eso?


                   Hawkes  tocó  con  el  índice  de  la  mano  diestra

              una  fibra  metálica  delgadísima  que  estaba


              incrustada en la sortija que adornaba el dedo anular

              de su mano izquierda.

                   —Aquí  está  mi  televector  transmisor.  Todos  los


              agremiados, y también los no agremiados inscritos,

              llevan uno, ya sea en un anillo, ya en un guardapelo


              que  llevan  colgando  de  una  cadenita  en  el  cuello.

              Algunos  se  lo  hacen  injertar  en  el  cuerpo  por  un

              cirujano.  Emite  ondas  de  resonancia.  Son


              poquísimas las posibilidades de que existan ondas

              idénticas.  Los  instrumentos  que  hay  en  esta  sala

              pueden captar ondas de todo género y decir exac‐


              tamente  en  qué  lugar  se  halla  la  persona  que  se

              busca.

                   —¿No será, pues, difícil encontrar a Steve?


                   El semblante de Hawkes se oscureció.

                   —Es de esperar que no. Hubo un caso en que el


              televector  descubrió  a  un  hombre  que  hacía  cinco

              años  que  estaba  en  el  fondo  del  mar.  Pero  no  te



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