Page 103 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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asustes;  lo  más  probable  es  que  Steve  esté  sano  y

              salvo.

                   Hawkes  sacó  el  papel  en  que  había  anotado  el


              número  del  televector  de  Steve  y  escribió  este  nú‐

              mero en el formulario de solicitud de información.

                   —Entonces,  con  este  sistema  —dijo  Alan—,  no


              es posible ocultarse en la Tierra, a no ser que uno se

              quite el televector, transmisor.


                   —No se puede hacer eso. Es absolutamente ile‐

              gal. Se detectan señales de alarma cuando un indi‐

              viduo se separa más de medio metro de su televector


              transmisor, y el individuo se hace sospechoso a las

              autoridades.  Al  que  hace  tonterías  con  su


              transmisor  le  retiran  su  tarjeta  profesional,  y  si  es

              un no agremiado, le imponen una multa de diez mil

              créditos.


                   —¿Y si no pueden pagar la multa?

                   —Lo  condenan  a  trabajos  forzados,  a  hacer  de

              picapedrero en el Penal de la Antártida; un año de


              trabajos  por  cada  mil  créditos.  El  sistema  es  per‐

              fecto,  y  tiene  que  serlo.  Estando  la  Tierra  tan  su‐

              perpoblada,  es  necesario  un  sistema  como  éste;  si


              no, se cometerían diez veces más delitos que ahora.

                   —¿Se cometen delitos todavía?


                   —¡Que si se cometen! Siempre hay alguien que

              no tiene un pedazo de pan que llevarse a la boca, y



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