Page 105 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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—No le entiendo a usted.

                   —Es que es el domicilio de la Atlas, una casa de

              juego muy conocida. Tu hermano Steve se pasa allí


              gran  parte  del  día  y  de  la  noche,  cuando  tiene

              dinero  para  ir.  Conozco  el  sitio.  Es  un  garito  sór‐

              dido, donde las ganancias son pequeñas pero segu‐


              ras. Suelen frecuentarlo los pelagatos.

                   —Según  usted,  Steve  se  entrega  al  vicio  del


              juego.

                   —Como muchos de los no agremiados. Es uno

              de los pocos modos de ganarse la vida que tienen


              los que no poseen la tarjeta profesional. No existe el

              gremio  de  tahúres.  Puede  uno  hacer  otras  cosas,


              pero arriesgándose más, pues con la vigilancia que

              se  ejerce  por  medio  del  televector,  no  es  posible

              dedicarse a esa clase de negocios por largo tiempo.


                   Alan se humedeció los labios y preguntó:

                   —Pues… ¿cómo se gana la vida usted?

                   —Jugando.  Pero  yo  sé  el  oficio.  No  sé  si  tu


              hermano  lo  habrá  aprendido  ya.  He  de  suponer

              que, al cabo de nueve años, si lo supiera y tuviera

              algún dinero, no estaría operando en esa casa.


                   —¿Es  libre  la  entrada?  Quisiera  poder  ir  ahora

              mismo.


                   —Paciencia,  muchacho.  Hay  tiempo  de  sobra.

              ¿Cuándo sale tu nave?



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