Page 118 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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Luckman a Hawkes.
—Si puede ser, sí.
—Puede ser. Está libre toda la noche.
Luckman los condujo por un largo pasillo al
fondo de la inmensa sala, donde había una mesa
desocupada. Hawkes se sentó y dijo a Alan que se
pusiera detrás de él y observara con atención.
—Empezaremos en seguida.
Alan miró a su alrededor. En todas partes había
hombres con la vista clavada en los tableros en que
se encendían y apagaban bombillas de colores. En
sus rostros había expresión de concentración
profunda. En uno de los ángulos vio Alan la cara de
pastel del obeso Macintosh, el jefe del Registro de
No Agremiados. El funcionario estaba bañado en su
propio sudor, sentado con el cuerpo muy erguido y
como hipnotizado.
Hawkes dijo a Alan:
—Mira lo que hago yo. No te fijes en lo que
hacen los otros. Voy a empezar.
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