Page 143 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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quisiera aplastar una mosca.
Alan vio que se acercaban a él otros robots des‐
de varios puntos del salón. Todos estos robots le
gritaron que se fuera a la calle.
El joven, sin hacer caso, volvió a zarandear a
Steve. Éste soltó un taco, y no dijo más.
—¿No me conoces, Steve? Soy tu hermano Alan,
tu hermano gemelo.
Steve había cambiado mucho. Ya no tenía el
cabello tan espeso y rizado como antes. Estaba más
moreno. Las arrugas surcaban su frente. Tenía los
ojos hundidos. Estaba más grueso. Parecía cansado.
Con voz ronca, murmuró Steve:
—¡Alan!
—Sí.
Alan sintió que le sujetaban con fuerza los bra‐
zos de un robot. Forcejeó por desasirse y vio que su
hermano quería decir algo y no podía. Steve estaba
pálido como un muerto.
—¡Soltadle! —dijo al fin—. No me molestaba.
—Hay que expulsarlo. El Reglamento…
Aparecieron más arrugas en el rostro de Steve,
—Si no lo soltáis, me marcho yo también.
Los robots soltaron a Alan.
Los dos hermanos salieron a la calle.
En la calle estaba Hawkes todavía.
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