Page 140 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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Alan rectificó de nuevo. Estaba muy nervioso.
Presentía que iba a alcanzar la victoria. No se
acordaba de lo que había venido a hacer, no se
acordaba de Steve. Sólo acaparaba su atención el
tablero, solamente el juego.
Cinco números más… De súbito sonó el timbre
para anunciar que alguien había ganado la jugada.
A Alan le hizo esto el efecto de un hachazo en la
cabeza. Había perdido, no podía pensar en otra co‐
sa sino en que había perdido.
El ganador era el joven de la mirada soñadora,
que tenía la mesa 166. Recibió el dinero sin pro‐
nunciar palabra y volvió a su asiento.
Alan, al sacar otra moneda de cinco créditos pa‐
ra la siguiente jugada, se dio cuenta de lo que es‐
taba haciendo. Era presa de la excitación nerviosa
que causaba el juego. Se olvidaba de Steve, no se
acordaba de que Hawkes lo estaba esperando en la
calle.
Miró hacia el fondo de la sala, hasta donde le
alcanzaba la vista. No estaba Steve allí. Su hermano
debía de estar al otro lado del croupier. Alan tomó la
determinación de hacer todo lo posible por ganar.
Así podría ir a la tribuna y recorrer con la vista la
otra mitad de la sala.
Pero hacían las jugadas con mucha rapidez. Él se
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