Page 180 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
P. 180

drugada y oyó que seguían hablando. Aunque agu‐

              zó el oído, no pudo entender nada de lo que decían.

                   Una  noche  de  principios  de  octubre  volvió  a


              casa  después  de  salir  del  garito  en  que  trabajaba.

              No había nadie en ella, y Alan se metió en la cama

              en seguida. Más tarde llegaron Hawkes y sus ami‐


              gos. El joven estaba muy cansado y no se sintió con

              ánimos de levantarse para ir a saludarlos. Se volvió


              a quedar dormido.

                   Horas  después  sintió  que  le  tocaban  unas  ma‐

              nos. Abrió un ojo y vio a Hawkes inclinado sobre él.


                   —Soy Max. ¿Duermes?

                   —No — respondió Alan, soñoliento aún.


                   Hawkes lo sacudió varias veces.

                   —Levántate  y  vístete.  Tengo  en  casa  a  unos

              amigos que quieren hablar contigo.


                   Alan,  medio  dormido  aún,  se  levantó  de  mala

              gana, se vistió y se lavó la cara con agua fría. Entró

              con Hawkes en el living. Allí estaban reunidas siete


              u  ocho  personas,  entre  ellas  Johnny  Byng,  Mike

              Kovak,  Al  Webber  y  Lorne  Hollis.  Alan  tomó

              asiento preguntándose por qué Hawkes le había he‐


              cho levantar de la cama.

                   El tahúr, mirándolo fijamente, le preguntó:


                   —¿Conoces a todos estos señores, Alan?

                   Alan,  malhumorado  aún,  contestó  afirmativa‐



                                                          179
   175   176   177   178   179   180   181   182   183   184   185