Page 224 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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victoriosamente  contra  la  corriente,  como

                   Copérnico, como Galileo.»

                   El  Diario  terminaba  así;  pero  en  las  páginas


              finales —muy pocas— había cálculos, un esquema

              de  colocación  en  la  órbita  de  Venus,  cifras,

              estadísticas  de  la  distribución  geográfica  de  las


              masas continentales de Venus.

                   Alan  pensaba  que  Cavour  fue  en  verdad  un


              bicho raro. La mitad de las «persecuciones» de que

              se  quejaba  solamente  habían  existido  en  su  febril

              imaginación.  Eso  poco  importaba.  Había  ido  a


              Venus; daba testimonio de ello el Diario, que había

              ido a parar al Instituto de Tecnología de Londres. Y,


              para  Alan,  sólo  había  que  dar  el  siguiente  paso

              lógico: ir a Venus, seguir la órbita que Cavour había

              trazado en su Diario.


                   Se decía el joven que tal vez no sería imposible

              hallar la nave en que viajó Cavour, y hasta el lugar

              en que tuvo su laboratorio y algunas notas de sus


              observaciones.  Alan  no  podía  abandonar  la  pista

              que había descubierto, sino que tenía que seguirla.

                   Habló de ello con Jesperson.


                   —Voy  a  comprar  una  nave  pequeña  para  ir  a

              Venus.


                   Miró  al  abogado  con  ansiedad,  dispuesto  a  no

              admitir  los  reparos  que  éste  le  hiciera.  Pero  el  le‐



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