Page 228 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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avisado de que ésta despegaría ese día. Hubo ma‐
nifestaciones de sorpresa cuando Alan subió a la
cámara de mando y al ver que el nombre que lle‐
vaba la nave era el de James Hudson Cavour; pero
nadie se atrevió a preguntar nada al joven.
Los ojos de Alan acariciaron los relucientes ins‐
trumentos del cuadro de mandos. Se puso al habla
con la torre central y de allí le dijeron la hora de
despegue. Inspeccionó rápidamente los contadores
de combustible, las válvulas de respuesta de los
timones‐reactores. Grabó en una cinta la órbita y la
puso en la bandeja receptora del piloto automático.
La cinta penetró en el computador haciendo un
agradable zumbido
—Faltan ocho minutos para despegar
Nunca habían pasado tan despacio ocho minu‐
tos. Alan miró hacia abajo, al campo, y vio que los
hombres estaban haciendo los preparativos para el
despegue
—Falta un minuto para despegar, piloto
Donnell.
Diez segundos antes de que dieran el aviso de
salir, Alan hizo funcionar el piloto automático y
apretó el botón que transformaba su asiento en una
especie de hamaca que le protegería de la acelera‐
ción. El asiento descendió, y Alan se halló tendido
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