Page 32 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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Después de lo que a Alan le parecieron tres o
cuatro siglos, y que no pasó en realidad de dos
horas, quedó hecho el trabajo. Alan se fue luego al
Salón de Recreo y se dejó caer con gusto en una silla
neumática.
Estaba rendido de cansancio y pensaba que no
quería volver a ver más, ni comer, carne de di‐
nosaurio.
Desde allí veía que sus compañeros andaban co‐
rriendo por la nave para ejecutar algún trabajo que
les había mandado hacer a última hora, antes de
que la nave hubiera descendido. Alan se alegraba
en cierto modo de que le hubiera tocado hacer
aquel trabajo. Era difícil y pesado y se tenía que
realizar en malas condiciones: no era cosa
agradable gastar tiempo en hacer un trabajo manual
embutido en un traje del espacio, pues el aparato
para mitigar el sudor, y los acondicionadores del
aire que en éste había, hacían que durase más
tiempo la labor; pero por lo menos el trabajo
quedaba terminado. Una vez envasada toda la
carne, el trabajo estaba hecho.
No se podía decir lo mismo de los desgraciados
que tenían que fregar los suelos o los tubos u otras
cosas peores. Su trabajo no se acababa nunca, siem‐
pre tenían que hacer.
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