Page 416 - Una orbita cerrada y compartida - Becky Chambers
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Los ojos del hombre se fijaron un instante en un
panel de control que tenía un enorme botón rojo a un
lado. Jane no tuvo que pensar mucho para adivinar
qué era.
—No —dijo, con el arma en ristre—. Ni se te ocurra.
Él miró al suelo y dejó caer los hombros.
«Vale —pensó Jane—. Vale. Ahora ¿qué?». Estaba en
una sala, en una fábrica, con un desconocido
asustadísimo y sin plan.
—Siéntate —dijo; señaló una silla con la cabeza. El
hombre obedeció. Jane observó las pantallas.
Retransmisiones en directo de cámaras, todas de una
familiaridad que le oprimía el estómago. Cintas
transportadores. Pilas de chatarra. Cuerpecitos que
descansaban en un dormitorio, dos por camastro.
Madres deambulando por los pasillos. Madres.
Madres.
Jane quería gritar.
—¿Las vigilas? —preguntó, ladeando la cabeza hacia
la retransmisión del dormitorio—. ¿Es tu…, es lo que
haces aquí?
El hombre asintió.
—¿Por qué? —Ella tenía un objetivo, sí, pero esto era
demasiado confuso. ¿Su fábrica también tuvo
alguien así? ¿Varios, quizá?
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