Page 413 - Una orbita cerrada y compartida - Becky Chambers
P. 413
Aquella noche dejó su cuchitril y avanzó deprisa y en
silencio por el vertedero. Estaba asustada (asustada
de la forma más estúpida) pero era aquello o nada.
Era aquello o quedarse en la lanzadera para siempre,
hasta que todo se rompiera sin posibilidad de
reparación o los perros la cazaran, lo que ocurriera
antes. No. Ni de coña.
—No voy a dejar mis huesos aquí —se dijo a sí
misma mientras acortaba la distancia—. No voy a
dejar mis huesos aquí.
Para aquel viaje disponía de un arma distinta, una
pistola, o en cualquier caso algo que se le parecía. Era
más pequeña, más ligera, y era fácil de manejar con
una mano. Podía matar a un perro, claro, pero no
estaba pensada para eso. Aquel arma estaba ideada
para algo que deseaba con todas sus fuerzas no tener
que hacer. Lechuza no dijo apenas nada cuando la
construyó. ¿Qué iba a decir? Las dos sabían lo que se
jugaban. Las dos sabían lo que podría costar.
Jane llegó al límite de la fábrica. Una escalerilla
metálica, oxidada y fría, conducía a la plataforma. Se
quedó debajo, con los pies pesados y las manos
temblorosas.
—Mierda —susurró. Se pasó las manos por la cabeza.
Quería dar la vuelta. No había nada que quisiera más
413

