Page 411 - Una orbita cerrada y compartida - Becky Chambers
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extremo de la fábrica. Al otro lado, unos pequeños
cargueros recogían barriles. Todo estaba limpio,
ordenado y sellado. Aquello hacía que Jane cerrara
los puños con fuerza. Sabía que detrás de esos muros
había trabajadoras (pequeñas Janes, pequeñas
Sarahs), todas tan vacías y agotadas como lo estuvo
ella. Quería contarles cómo eran las cosas. Quería
correr dentro, abrazarlas, besarles los moratones y
arañazos, explicarles todo sobre los planetas y los
alienígenas, enseñarles a hablar klip. Llevárselas con
ella. Alejarlas de toda aquella mierda.
Pero no podía. La freirían si había Madres ahí dentro
(seguro que sí, y eso le daba ganas de vomitar). Ella
solo era una chica. Los mejorados eran una sociedad.
Una máquina. Y daba igual lo que dijeran los
simuladores sobre el poder de una sola heroína
solitaria: había cosas que eran demasiado grandes
para que pudiera cambiarlas sola. No podía hacer
nada excepto ayudarse a sí misma y a Lechuza. Era
una realidad fría y dura de aceptar, pero no le
quedaba más remedio. Ni siquiera estaba segura de
poder alcanzar ese objetivo. Mirar la fábrica le hacía
temblar. Era enorme, sólida, dominante. Solo quería
engullirla entera, y allí estaba ella, intentando
encontrar el mejor modo de lanzarse de cabeza.
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