Page 571 - Una orbita cerrada y compartida - Becky Chambers
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amistoso de las paredes no era la única IA presente.
Nadie sabría de la existencia de los bloques con
bancos de memoria en el sótano, y si se enteraban, no
sabrían que Sidra y Lechuza los rellenaban
alegremente con sus últimas descargas. Nadie sabría
que la cama que había en el piso de arriba no la usaba
la propietaria del local, sino Pepper y Azul, que a
veces se quedaban hasta tarde para ayudar a recoger
(o se quedaban solo para charlar, para alegría de
Lechuza).
Sidra tenía que dejar a los bots atrás cuando salía,
claro, pero había aceptado aquella limitación en las
escasas ocasiones en las que abandonaba su espacio
cerrado. Era un precio justo, dijo, por salir a bailar de
vez en cuando. Naturalmente, los mascotabot los
habían comprado como kits desmontados, no como
modelos ya listos para usar. A Sidra no le pareció
bien la idea de Pepper de vaciar prefabricados que ya
habían sido activados, sentientes o no.
Lechuza tenía sentimientos parecidos. Estuvieron de
acuerdo en muchas cosas, ellas dos. No es que lo
dijeran en voz alta, claro; no a menos que se unieran
a la conversación de los demás. La infraestructura de
la IA instalada en las paredes (diseño de Sidra,
implementación de Pepper) contenía un único nodo
a través del cual Sidra y Lechuza se comunicaban de
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