Page 23 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
P. 23

3








                   Encontrar agua no le suponía ningún problema.


            El depósito próximo a la bomba eléctrica tenía un


            minúsculo escape en su superficie inferior. Debajo


            de  él  colocó  un  dedal  que  encontrara  en  un



            costurero que había en la caja de cartón debajo del


            depósito de petróleo. El dedal siempre rebosaba de


            agua cristalina.


                   Era  la  comida  lo  que  ahora  resultaba  un


            problema. El trozo de pan viejo que había estado


            comiendo  durante  las  últimas  cinco  semanas  ya


            había  desaparecido.  Se  comió  los  últimos  restos


            para cenar, ayudándose con agua para tragarlos. El


            pan y el agua fría constituían toda su dieta desde



            que se hallaba encerrado en el sótano.


                   Caminó lentamente por el suelo cada vez más


            oscuro,  en  dirección  a  la  blanca  torre  llena  de


            telarañas cercana a las escaleras que conducían a las


            puertas cerradas del sótano. Los últimos rayos de


            luz se filtraban a través de las sucias ventanas: la


            que daba a las colinas de arena y el territorio de la



            araña,  la  que  estaba  sobre  el  depósito  de


            combustible  y  la  que  se  encontraba  encima  del


            montón  de  troncos.  La  débil  iluminación  caía  en


            anchos  barrotes  grises  encima  del  suelo  de






                                                                                                            23
   18   19   20   21   22   23   24   25   26   27   28