Page 28 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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incluso inclinado hacia el brillante botón de la radio


            y  había  cerrado  la  música.  Ahora  miraba


            tristemente por el parabrisas, aunque sin ver nada.


                   La tensión había empezado mucho antes de que


            Louise fuera al Centro a buscarle.


                   Él se había estado preparando para ello desde


            que  les  dijo  a  los  médicos  que  se  marchaba.  En



            realidad,  los  accesos  de  cólera  se  habían


            amontonado  desde  su  ingreso  en  el  Centro.  El


            miedo a convertirse en una carga financiera había


            ocasionado el primero, cuyo centro era el peso de la


            inseguridad. Cada uno de aquellos días estériles y


            llenos de nervios que pasó en el Centro añadió otro


            poco de cólera.


                   Después,  el  hecho  de  ver  a  Louise  no  sólo


            airadamente  trastornada  por  su  empeño,  sino



            incapaz  de  ocultar  su  impresión  al  verle  diez


            centímetros  más  bajo  que  ella,  había  sido


            demasiado. Apenas había abierto la boca desde el


            momento que ella entró en su habitación, y lo que


            había dicho fue escueto, caracterizado por la más


            absoluta reserva.


                   Ahora pasaban frente a las ricas propiedades de



            Jamaica.  Scott  apenas  se  fijó  en  ellas.  Estaba


            pensando en el imposible futuro.


                   ―¿Qué?                     —preguntó,                        sobresaltándose


            ligeramente.






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