Page 371 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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amarillos y pardos. Grandes caminos salían de una
gigantesca avenida y se perdían en la lejanía.
Estaba sentado encima de las hojas.
Meneó la cabeza con estupefacción. ¿Cómo
podía ser menos que nada?
De repente, se le ocurrió una idea. La noche
anterior había alzado la mirada hacia el universo
exterior. Así pues, debía haber también un universo
interior. Quizá varios.
Volvió a levantarse. ¿Cómo era posible que
nunca se le hubiese ocurrido pensar en ello, en los
mundos microscópicos y submicroscópicos?
Siempre había sabido que existían. Sin embargo,
nunca estableció la evidente relación. Siempre
había pensado en términos del propio mundo del
hombre, y de las propias dimensiones limitadas del
hombre. Había hecho suposiciones acerca de la
naturaleza. Porque el milímetro era un concepto
humano, no un concepto de la naturaleza. Para el
hombre, cero milímetros significaba «nada». El cero
significaba la nada.
Pero para la naturaleza no existía el cero. La
existencia se sucedía en interminables círculos. En
aquel momento le pareció muy sencillo. Nunca
desaparecería, porque en el universo la no
existencia carecía de sentido.
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