Page 1085 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
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11 de mayo de 2937 a.C.
—Cuando los vi juntos y me di cuenta de que habían
bajado la guardia —dijo Castelar—, invoqué
mentalmente a Santiago y salté. La patada le dio al
primero en la garganta y cayó al suelo. Me giré y le di al
segundo con la parte baja de la mano debajo de la nariz y
luego hacia arriba, así. —El movimiento fue rápido y
salvaje—. También cayó. Recogí la espada, me aseguré de
que los dos no pudiesen seguirme y fui a buscarte.
Su tono era casi casual. Tamberly pensó, con el
cerebro todavía atontado, que los exaltacionistas habían
cometido el error común de subestimar a un hombre de
una época pasada. Aquél ignoraba casi todo lo que ellos
sabían, pero en inteligencia era su igual. Sobre ella pesaba
una ferocidad producida por siglos de guerra; no un
conflicto impersonal de alta tecnología sino el combate
medieval en el que mirabas a los ojos a tus enemigos y los
matabas con tus propias manos.
—¿No temías su… magia? —murmuró Tamberly.
Castelar negó con la cabeza.
—Sabía que Dios estaba conmigo. —Se persignó,
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