Page 957 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
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traicionarlo.



                 Cerial bebió de la copa, la dejó de un golpe y dijo:



                 —Vale, oigámoslo. ¿Qué se me ofrece?



                 —Paz, ya se lo he dicho —declaró Everard—. ¿Puede


           permitirse rechazarla? Tienen ustedes tantos problemas

           como ellos. Dice que ya no ven guerreros enemigos. Eso

           es debido a que ya no avanzan. Están atascados en una


           tierra  desnuda,  con  cada  carretera  convertida  en  un

           cenagal,  sus  tropas  congeladas,  mojadas,  hambrientas,

           enfermas  y  miserables.  Tiene  terribles  problemas  de

           suministros  y  no  mejorarán  hasta  que  el  Estado  no  se


           haya  recuperado  de  la  guerra  civil,  lo  que  llevará  más

           tiempo del que puede esperar. —Me gustaría poder citar esa

           frase genial de Steinbeck sobre que las moscas han conquistado

           el papel matamoscas—. Mientras tanto Burhmund, Civilis,


           está reclutando en Germania. Podría perder, Cerial, de la

           misma  forma  que  Varo  perdió  en  el  bosque  de

           Teutoburgo, con las mismas consecuencias a largo plazo.


           Mejor llegar a un acuerdo mientras tenga la oportunidad.

           Bien, ¿he sido lo suficientemente claro?



                 El  romano  había  enrojecido  y  tenía  las  manos

           entrecruzadas.



                 —Ha sido insolente. No recompensamos la rebelión.

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