Page 981 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
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Pareció no ser consciente de que Edh se le acercaba.
El viento corrió entre ellos. Su tono era de súplica.
—Los bátavos y el resto no son nuestra tribu. Hemos
hecho suficiente por ellos.
—Te lo digo, los términos serán honorables —dijo
Floris—. Tu trabajo ha terminado. Has ganado lo que
contentará al mismísimo Burhmund. Pero Veleda debe
dar a conocer que esto es lo que los dioses desean y que
los hombres deben dejar sus armas.
—Yo… tú… juramos, Edh. —Heidhin parecía
confundido—. Nunca harías la paz mientras los romanos
siguiesen aquí y yo estuviese vivo. Lo juraste. Mezclamos
nuestra sangre sobre la tierra.
—La liberarás de esa promesa —ordenó Floris—,
como ya lo he hecho yo.
—No puedo. No lo haré. —Duras por el dolor, las
palabras castigaron a Edh—. ¿Has olvidado cómo te
convirtieron en su puta? ¿No te importa ya tu honor?
Ella cayó de rodillas. Con la mano a la defensiva. La
boca completamente abierta.
—No —gimió—. No, no, no.
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