Page 982 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
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Floris fue hacia el hombre. En la noche, Everard
apuntó con una pistola aturdidora.
—Mira lo que has hecho —dijo—. ¿Eres un lobo que
se ceba en la que ama?
Heidhin agitó los brazos, desnudando el pecho para
ella.
—Amor, odios… soy un hombre. Lo juré por los
Anses.
—Haz lo que quieras —dijo Floris—, pero perdona a
mi Edh. Recuerda que me debes la vida.
Heidhin se desplomó. Apoyándose en la lanza, Edh
se acurrucó a su lado, él la ensombreció mientras el viento
soplaba a su alrededor y los árboles crujían como la
cuerda del patíbulo.
De improviso, se rió, cuadró los hombros y miró
directamente a los ojos de Floris.
—Dices la verdad, diosa —dijo—. Sí, me iré.
Bajó la lanza, la sostuvo con ambas manos debajo de
la cabeza y se clavó la punta en la garganta. Con un solo
movimiento deslizó el filo de un lado a otro.
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