Page 361 - La Penúltima Verdad - Philip K. Dick
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La penúltima verdad                           Philip K. Dick   361


           tartamudeó‐: No es... no se trata de un simple rumor. Lo

           ha dicho el propio Yancy, el Protector en persona.


              Volviéndose a Adams, Nicholas dijo:

              ‐¿Qué le parece esto? ¡Diga que es broma!

              ‐No ‐repuso Adams con energía, poniéndose de nuevo


           a  pensar  con  rapidez  y  sopesando  cada  una  de  las

           palabras de Nicholas‐. Eso no sería suficiente.

              ‐El nivel de radiación ‐dijo Nicholas. Se sentía cansado.


           Pero no demasiado, a fin de cuentas, ni excesivamente

           pesimista,  y  mucho  menos  desesperado.  Pese  a  todo

           cuanto él y Adams veían claramente: la tarea que habían


           visto llegar poco a poco durante tantos años de espera,

           improductivos  para  ambos‐.  La  radiactividad ‐musitó


           luego.

              Al oír esto, los ojos de Adams brillaron intensamente.

              ‐La  radiactividad ‐repitió  Nicholas‐  ha  alcanzado


           finalmente  niveles  tolerables,  después  todo  el  tiempo

           transcurrido. Ahí lo tiene: ¿qué le parece? Y durante todos


           estos años usted se veía obligado a decir (no tenía otra

           opción,  no  podía  hacer  otra  cosa;  era  moral  y

           prácticamente  necesario  decirlo)  que  la  guerra  aún


           continuaba. De lo contrario la gente, y usted ya sabe cómo

           son, habría irrumpido en la superficie.

              ‐Lo cual habría sido una locura ‐dijo Adams, asintiendo


           con lentas cabezadas.

              ‐Habría sido prematuro, en efecto ‐agregó Nicholas‐. Al

           actuar  de  manera  tan  estúpida,  la  radiación  los  habría




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