Page 249 - El largo viaje a un pequeño planeta iracundo - Becky Chambers
P. 249

—Gracias, Jenks, eres de grandísima ayuda —replicó


          ella  mientras  seguía  su  camino.  No  estaba

          avergonzada, se dijo a sí misma, tan solo cabreada. Sí,


          cabreada  de  que  aquello  hubiera  pasado,  cabreada


          por la cantidad de veces en su vida que había tenido


          que  aguantarlo,  cabreada  con  la  gente  que  no  se

          limitaba a dejarla en paz de una puta vez.



          —Sissix,  oye…  —dijo  Rosemary,  apareciendo  tras


          una puerta escrib en mano—. Venía a ver… Oh. —Sus


          estúpidos  y  húmedos  ojos  mamíferos  se  abrieron

          como platos. Se llevó una mano a la boca.



          —Estoy  bien  —replicó  Sissix  sin  detenerse  ni  un


          instante. Con lo enorme que era la nave, cualquiera


          pensaría que era posible ir del punto A al punto B sin

          tropezarse  todo  el  tiempo  con…—.  Quita  de  en


          medio, Corbin, hostias —le espetó al humano rosado,


          el cual acababa de subir de las cubiertas inferiores. Él

          se  quedó  de  piedra  al  final  de  la  escalera,  con  la


          estupidez  y  la  confusión  dibujadas  en  el  rostro,


          mientras ella pasaba a toda prisa.



          Irrumpió en el área médica y cerró la puerta en cuanto

          estuvo dentro. Doctor Chef alzó la vista de su estación


          de trabajo. Murmuró compasivamente.



          —Ay, pobrecita —dijo—. Estás mudando la piel.



          —Se  me  ha  adelantado,  además.  —Se  miró  en  el


          espejo. Ampollas de piel muerta se habían separado

          de su rostro y colgaban desmañadamente—. No creía


          que fuera a empezar hasta dentro de unos treinta días,






                                                                                                            248
   244   245   246   247   248   249   250   251   252   253   254